Cómo se encarga tu cuerpo de encontrarte la pareja sexual ideal sin que lo sepas


La verdad es que el asunto no resulta muy sexy. Quiz� todo lo contrario.
El deseo, a veces abrasador, que alguien produce en nosotros puede tener relaci�n con un t�rmino m�dico que suena, m�s bien, a baldazo de agua fr�a:ant�geno leucocitario humano (HLA).
En otras palabras, nos referimos a nuestro sistema inmunol�gico.
Un estudio publicado en Nature, una de las revistas cient�ficas m�s prestigiosas del mundo, concluye que buscamos parejas sexuales con un ant�geno leucocitario humano muy distinto al nuestro.
Este sistema, al que se le conoce tambi�n como complejo mayor de histocompatibilidad (MHC), permite a nuestro cuerpo diferenciar entre nuestras c�lulas y c�lulas peligrosas como virus o bacterias.
Es pues la piedra angular sobre la que nuestro organismo desarrolla su sistema de defensa.
Entonces, aunque suene curioso, la atracci�n de nuestros cuerpos est� en relaci�n directa con los anticuerpos de la otra persona.
Cuesti�n de evoluci�n
El HLA "se relaciona con nuestra sexualidad y con nuestro deseo de procrear", se�ala el estudio que analiz� la conducta sexual de 254 parejas.
Lo que descubrieron es que mientras mayor era la diferencia entre sus ant�genos leucocitarios, el deseo no solamente parec�a mayor sino tambi�n la satisfacci�n sexual.
La raz�n tiene que ver con la supervivenciade la especie.
Los investigadores encontraron que las parejas (o animales) con un HLA distinto "incrementan la posibilidad de que su descendencia tenga resistencia a un n�mero mayor de enfermedades".
Es decir, la mezcla de genes que se produce en los hijos toma elementos del sistema inmunol�gico del padre y de la madre.
�Y c�mo es que nuestro instinto sexual distingue a quienes tienen una histocompatibilidad distinta a la nuestra?
Porque si algo todos tenemos claro es que el deseo sexual no necesita de una prueba de laboratorio para dispararse.
Podr�amos decir que la respuesta a este misterio, que nuestro cuerpo desciframucho antes de que nosotros siquiera lo sospechemos, la tenemos justo frente a nuestras narices.
Atracci�n y olor
"Los peces, aves y mam�feros prefieren compa�eros con un c�digo gen�tico distinto al suyo, el cual determinan usando se�ales olfativas", se�ala el estudio publicado en Nature.
Pese a que a�n se discute c�mo es que el HLA define el olor de nuestro cuerpo, est� probado que ciertos componentes del mismo se encuentran en fluidos comosudor y saliva.
Se sabe adem�s que las neuronas olfativas identifican el ant�geno leucocitario humano aunque nosotros no seamos conscientes de ello.
El estudio no menosprecia la capacidad humana de rebelarse y domar sus propios instintos sexuales, pero echa luces sobre sus or�genes y la importancia del sistema inmunol�gico en nuestra conducta sexual.
Y finalmente otorga una demostraci�n cient�fica al popular refr�n: "Los opuestos se atraen".
BBC
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