Un grupo de agentes de la fuerza especial Cobra de la Policía de Honduras declaró una "huelga de brazos caídos" frente a la crisis política desatada en el país centroamericano tras el retraso en la entrega de los resultados de las elecciones presidenciales.
Un representante del grupo de fuerza especial Cobra leyó un comunicado en el que aseguró que las fuerzas especiales se mantendrán encuarteladas hasta el final de la crisis y exigió a las autoridades definir la situación política en Honduras en pro del bienestar del pueblo.
El grupo denunció en el comunicado que reciben presiones del "más alto nivel" y reiteró que su deber es velar por el orden público respondiendo a su naturaleza civil y apolítica.
"Llamamos a las fuerzas armadas hermanas a asumir su rol constitucional en virtud del silencio al que fueron llamadas", expresó el representante.
Por su parte, los efectivos policiales de San Pedro Sula se resisten a reprimir las manifestaciones y poner orden en el toque de queda vigente e impuesto por el presidente Juan Orlando Hernández.
Los agentes sostuvieron que también son parte del pueblo y tienen familia y por lo tanto no pueden matarse entre sí. También llamaron la atención sobre los impagos de los salarios correspondientes a los meses de octubre y noviembre.
El domingo 26 de noviembre Honduras celebró elecciones generales y los resultados definitivos aún no son publicados por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) debido a irregularidades y denuncias de fraude que favorece al presidente y aspirante inconstitucional al segundo mandato, Juan Orlando Hernández.
El desconocimiento de los resultados a una semana de los comicios generó la inestabilidad política y social en el país mientras que los seguidores de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, partido del candidato Salvador Nasralla, salieron a las calles desde el miércoles al considerar que el TSE intenta robar el triunfo de Nasralla.
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